Una noche de agosto llegaron a mi vida seres de luz; una camiseta amarilla que llegó a fijarse en mi memoria como nunca pensé que podía suceder y una boina con un corazón de oro que por muchos años ha traído luz a mi vida. Aquella noche todo empezó con música, nostalgia de adolescencia y con unas cuantas cervezas, en un lugar icónico del centro de la ciudad.
Una noche de agosto abrí mi corazón a un camino que me llevó a experimentar en mi vida el amor en todas sus dimensiones y una amistad sincera llena de complicidad.
Una noche de agosto abrí mi corazón a un camino que me llevó a experimentar en mi vida el amor en todas sus dimensiones y una amistad sincera llena de complicidad.
La vida ha dividido nuestros caminos, los planes dejaron de ser el plan de tres mosqueteros ahora cada uno es independiente y ha decidido volar por este planeta de la mano de otras personas. Felicidad pura en nuestras miradas hay, nuestros corazones más vivos que nunca con sed de conquistar el mundo y a cada persona que nos conoce, con tantos sueños por cumplir y llenos de magia nuestros corazones se están separando.
Se que seguiremos irradiando esa luz en diferentes locaciones del planeta ... con un corazón lleno de recuerdos y con mucha nostalgia escribo que estoy agradecida con el universo por dejarme convivir con cada uno durante tantos años. Espero que un día nos volvamos a encontrar llenos de energía, con nuevas historias por contar, con sueños cumplidos y muchos planes por realizar.
Que la música guíe nuestros corazones en este camino que llamamos vida.
¡Gracias por ser amor, amistad, música, viajes, comida, bebida y mucho más para mí!
¡Gracias vida por tanta felicidad en tampoco tiempo!
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