Si tus palabras se materializarán
Serían como botones de oro
Que llenan mi corazón de riqueza.
Cada día me regalas un tesoro invaluable.
Tus palabras saben a mango
Y vienen a refrescar este trago amargo de mi vida,
Tu sonrisa parece chispas de colores
Que decoran la imagen gris que he visto últimamente.
Cuando me escuchas
comienzo a volar y
Mi carga se vuelve liviana.
Gracias por los botones de oro
Que complementan las chispas de colores.
¡Gracias por estar aquí!