Creí que eras mi engranaje
tú y yo enganchados,
que yo era la letra
y tú la música.
Muchas veces sentía
que eras el lápiz
y yo el papel
en el que dibujábamos
nuestros sueños.
Llegamos a ser
el engranaje perfecto,
definitivamente
nos hemos desenganchado.
He de encaminarme
hacia la fuerza
que ahora me hace
avanzar...
Precioso poema. ¡Me ha enganchado!
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